In Nube de polvo, Reseñas
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REVISTA CONTEXTO, UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, TÁCHIRA – SEGUNDA ETAPA. VOLUMEN 022, NO. 024 AÑO 2018

La historia de un primer amor, una relación entrañable entre un padre con su hija, una tentativa por olvidar traiciones y decepciones del pasado; éstas son algunas de las temáticas que podremos encontrar en Nube de polvo. La novela se publicó en 2015 y se divide en tres apartados: La Casa de la bahía, el Derrumbe y el Mundo de los Barbosa. Cada fragmento ocupa un lugar preciso dentro de la narración. Por lo tanto, su estructura es bastante sólida. Al mismo tiempo, se asemeja a un rompecabezas, en el cual no existen piezas faltantes ni excesivas.

La trama se centra en Vilma Sandoval, su protagonista. El narrador de la obra se presenta en primera persona; sin embargo, en varias ocasiones el personaje principal se desdobla y prefiere detallar sus vivencias e impresiones en tercera persona (narrador omnisciente). El argumento de la novela gira en torno a unas vacaciones de verano, al primer noviazgo de la adolescente y a la casa de su padre en un pueblo ubicado en las costas venezolanas. Transcurre el año 1987 y como de costumbre, la joven se halla junto a su progenitor Antonio Sandoval en la vivienda cercana a la playa que éste posee. No obstante, aquello que en un comienzo parecía ser la antesala para unos días de ocio rutinarios y tranquilos, se transforma de modo inesperado, en una batalla en la cual nadie resultará totalmente vencedor.

Cabe señalar que la lectura de esta obra literaria se define por su carácter ameno, por unas descripciones certeras, además de un lenguaje asequible y emotivo; en consecuencia, muchos lectores encontrarán improbable la posibilidad de apartarse del libro antes de su desenlace. Por otro lado, a medida que se desarrollan los acontecimientos de la obra, van revelándose facetas del ser humano desconocidas por Vilma hasta entonces, así como sucesos pertenecientes al pasado (lejano e inmediato), que se ocuparon de borrar los fragmentos ficticios de su realidad, la nube de polvo que era su vida hasta ese instante se desvaneció durante aquel verano de 1987.

En el primer fragmento del libro se describe la casa de la bahía; así mismo, se narra lo acaecido antes del evento trascendental que determina tanto las circunstancias, como las futuras acciones de los personajes. La segunda parte, se resume en el derrumbe de la inocencia de la protagonista, la pérdida de la imagen de semidiós que ostentaba de su padre y la destrucción de su mundo infantil, benévolo y seguro. En El mundo de los Barbosa, la narradora aclara incógnitas relacionadas con varios de los personajes que intervienen a lo largo de la trama, tales como su exnovio Jorge, su madre, Antonio Sandoval y Margó, una mujer enigmática, quien disponía de supuestos poderes sobrenaturales.

La narración no es lineal, sino que oscila entre el pasado y el presente, es decir, veinte años después de 1987, cuando Vilma se topa con su primer amor mediante un encuentro casual en una reunión de trabajo. Este hecho permitió interpretar acciones pretéritas y rememorar nostalgias. La protagonista de la novela lo expresa con claridad: “La vida no tiene desenlaces: solo diluye lo vivido. Solo archiva y, a veces -si hay suerte- explica, dilucida… Juzga. Yo también juzgo ahora lo que ya he archivado hace tiempo” (P. 59).

Resulta pertinente indicar que Nube de polvo rememora las primeras crisis de rebeldía de Vilma Sandoval, sus preguntas filosóficas y retóricas, sus experimentos con las drogas . en tal contexto, su sistema de valores se ve perjudicado a causa de los acontecimientos de ese verano y por las decisiones de Antonio Sandoval y los padres de Jorge. La protagonista es consciente de la deshonestidad, la irresponsabilidad, la corrupción, el abandono y el hurto. En este sentido, se visualiza una crítica hacia nuestra sociedad; en una de las escenas Vilma nos considera seres indiferentes, mediocres, envidiosos y artificiales. “intuía cómo se pasaban los días pastando en la superficie de la vida, rumiando, bebiendo, viendo la TV o teniendo sexo, sin mucho pensar ni sentir, aprovechándose los unos de los otros como podían” (P. 224).

Otro de los momentos más controversiales en la obra literaria, es cuando Vilma bajo los efectos de las drogas, besa a su progenitor. De este modo, se procura la salida definitiva a su complejo de Electra. A saber, la atracción física y emocional hacia el padre, regularmente padecida por las niñas hasta los cinco años de edad. Sin embargo, existen ocasiones en que esta fijación continúa en la etapa de la adolescencia, e incluso, se prolonga hasta la adultez. En el caso del personaje central de Nube de polvo (particularmente en la primera parte del libro), manifiesta unos celos y aversión irracionales contra su madrastra; rivaliza con ella por la atención de Antonio, intenta reafirmar su lugar como única destinataria de sus afectos. Su actitud sólo se transforma después de enamorarse de Jorge.

Es importante mencionar analogías intertextuales que sobresalen en Nube de polvo pues se relaciona explícitamente con Don Quijote de la mancha, de Miguel de Cervantes; puesto que, tal como el caballero de la triste figura permanece en una realidad paralela, aquel verano en la vida de Vilma Sandoval transcurre circundado de esperanzas ilusorias y sucesos ficticios. La narradora principal en la voz de su padre, nos asegura: “Nunca te fíes de lo que ves, Chinita. No te olvides que desde siempre el hombre ha tenido el poder de darle forma a la polvareda, hasta lograr que surjan de ella ejércitos enteros”. (P. 78). De la misma forma, su contenido se identifica con otros textos literarios como El aleph de Jorge Luis Borges, Veinte años después de Alejandro Dumas, El gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa y Los milagros no ocurren en la cola de la misma autora del libro que reseñamos ahora; pero su referente más inmediato, al cual se debe el título de la obra es El ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha.

De manera que, sin lugar a dudas, Nube de polvo es una novela plenamente recomendable. Perdura en nuestra memoria, inolvidable como la primera vez que nos enamoramos; sus páginas absorben nuestra atención desde el primer instante.

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